Isabel, quedó embarazada con 14 años y, en primera instancia, decidió abortar.
Mientras le hacían la ecografía, oyó un ruido que cambió para siempre su vida. El personal del abortorio había cometido un ‘error’: se había dejado el volumen del ecógrafo encendido… Lo que Isabel había oído era el latido del corazón de su hijo. El volumen del ecógrafo salvó la vida de Jaime.
¡Subir el volumen salva vidas! Y podrían salvarse miles de ellas si el protocolo oficial para realizar un aborto incluyera una ecografía con el volumen del ecógrafo subido. ¿Acaso no hay mayor derecho para la mujer embarazada que recibir toda la información antes de someterse a esta intervención voluntaria para sacar a su hijo de su vientre?, estoy convencida de que podrían salvarse miles de vidas.
El drama del aborto priva a casi 100.000 niños al año en España del más elemental de los derechos, el de la VIDA.
Bebés, a los que no les permiten nacer, en muchos casos por desconocimiento.
Estas pérdidas se pueden evitar de una manera muy sencilla. Simplemente, obligando por ley en los centros de salud públicos a realizar una ecografía para que las madres puedan ver la fotografía de su hijo y escuchar el latido de su corazón.
De este modo se darán cuenta de que lo que llevan en su interior no son un amasijo de células, como intentan hacerles creer los ideológos de 'género’, sino sus propios hijos.
Y es que subir el sonido del ecógrafo puede salvar miles de vidas. Lo sabemos porque esto es precísamente lo que hacemos con el proyecto Ambulancia Vida: hacer cambiar a las madres de opinión, instantes antes de abortar, con solo mostrarles la verdad de las vidas que llevan dentro.
Muchas gracias por defender la vida de los más indefensos.
No permitamos que se les calle.
Rosana Ribera de Gracia y todo el equipo de Derecho a Vivir.
EL RESPETO A LA VIDA
En la actualidad estamos "bombardeados" por todos los medios posibles, con noticias y opiniones diversas, respecto del derecho a la vida.
La verdad está siendo manipulada acorde a diversos intereses, y teniendo en cuenta la penetración que los medios tienen, no estando el común de la gente advertida de tales manejos, "aceptando" como válido lo que se lee, se escucha o se ve, sin hacer el análisis crítico correspondiente, así como la "validez moral" de normas legales, corresponde afirmar insistentemente y sin declinar la necesidad de tener muy claros conceptos claves para saber la dimensión de lo que está en juego.
Finalmente la ciencia médica puede mostrar lo que el sentido común intuía desde siempre, hoy por hoy no es una hipótesis que la vida comienza en el mismo momento en que el óvulo es fecundado por un espermatozoide sino es un hecho científico.
Distintas disciplinas del saber humano abonan la misma verdad, así es que la inmunología, la bioquímica, la genética, la embriología, la fisiología, la medicina, nos dan datos que no resultan discrepantes unos de otros.
De la unión de los gametos, femenino y masculino, se genera una persona única e irrepetible. Esto está plenamente demostrado dado que el ADN de la misma es diferente a la de los progenitores, si bien se puede determinar que hay similitud suficiente como para afirmar la filiación, no se puede aseverar que hay identidad total de la carga genética como para decir que es una parte del cuerpo de alguno de ellos. La diferencia con las demás personas es el “tiempo de desarrollo psicofísico” dado por el alimento material, psicológico y espiritual, que se da con el devenir de la vida.
El aborto es siempre un asesinato, cualquiera sea el eufemismo que se utilice para disfrazar el hecho de la eliminación de un ser humano, entre ellos “interrupción voluntaria del embarazo”, sea cual fuere el momento y el método que se utilice para impedir la prosecución “del tiempo de desarrollo psicofísico”, obviamente no hay diferencias con quitar la vida a un semejante ya nacido, la “diferencia” está en que a esta persona “no la vemos” dentro del vientre materno o fuera de él (embriones producto de la manipulación científica, “probetas”).
Los sucesos naturales que siguen a la fecundación son:
el “viaje”: de una semana aproximadamente, que realiza el huevo fecundado desde el extremo o el tercio externo de la Trompa de Falopio (lugar del encuentro óvulo-espermatozoide), multiplicándose rápidamente el número de células durante el mismo. Hoy la ciencia ha demostrado la interacción que existe entre el óvulo y el útero para preparar el lugar donde se produce la anidación.
La importancia de conocer estos sucesos (fecundación, “viaje”, anidación) radica en los “manejos filosófico-semánticos” de los mismos.
Algunos consideran que en ese período aún no se es persona y si por alguna causa no se anidara, el resultado no es un aborto. Siendo el óvulo fecundado un ser humano, es persona desde el mismo momento de su formación, esta condición dimana de la ley natural, no está dada por ninguna legislación y es inherente a la naturaleza misma del ser humano.
Otros van más allá todavía y afirman que no siendo capaz el niño en formación de tener una vida autónoma no es persona; se adquiere esta condición al lograr poder vivir separado de la madre. Este acerto tampoco es banal pues se ha utilizado para justificar intervenciones de distinto tipo para interrumpir embarazos. Además el avance de la neonatología moderna va disminuyendo la edad gestacional en que es posible sobrevivir, obviamente con cuidados médicos adecuados.
Donde radica realmente la inmensidad de la gravedad del atentado contra los No Nacidos es en el criterio de aplicación de los derechos humanos en el mundo postmoderno, de cultura “liviana”, sin compromisos, de la valorización de los sentimientos sin medir consecuencias (personales, grupales o sociales), donde todo vale, existe sólo hoy, YO tengo el DERECHO de hacer lo que quiera (los deberes no me tocan) sin importar los demás, y es más aún, los no natos no tienen ningún derecho porque no existen.
En ese contexto solo se habla del “derecho” de la madre (o de los padres en el mejor de los casos) respecto del niño no nacido, pudiendo disponer de su vida según les plazca, a él no se le reconoce (dentro del vientre materno) ningún derecho empezando por el primero que es LA VIDA.
Sería muy ingenuo pensar que detrás de todo esto no existen grupos de poder que responden a intereses propios y exclusivos que quieren manejar las vidas de los demás.
Llama a la reflexión que los llamados países del “primer mundo” tengan leyes legalizando la realización de abortos, y muchos de ellos hayan condicionado la ayuda humanitaria a otros por el incumplimiento del respeto de los derechos humanos, cabría preguntar ¿cuáles sí y cuáles no?, pero del primer derecho natural, no dado por poder humano sino por ser de esa condición, mejor no hablemos, todo este manejo demuestra que carecen de autoridad moral y obviamente hacen pensar en la existencia de segundas intenciones, seguramente disfrazadas con diversos eufemismos.
El Congreso de la Nación sancionó con fuerza de Ley la creación del "Programa Nacional de Salud Sexual y Procreación Responsable" (Ley Nacional Nº 25.673, del 30 de octubre de 2002). Varias provincias produjeron leyes, adhiriendo a la Ley Nacional.
En la aplicación de las leyes muchas veces la acción se circunscribe a la colocación del DIU, entrega de pastillas, y provisión de preservativos, dejándose de lado lineamientos explicitados en forma taxativa en la misma ley, referido a la Procreación y Paternidad responsable.
No se efectúa, en todos los casos, la correspondiente instrucción de todos los métodos para la Procreación Responsable, haciendo caso omiso de la necesaria educación para poder discernir por parte de los usuarios, incluso de los métodos naturales a los que la misma Ley invoca. Muchas veces no teniendo el adecuado conocimiento de las consecuencias últimas de los mismos, tampoco se trata de buscar la verdad, por parte de los que reciben, pero más grave por parte de los que proveen.
Hay que tener muy claro el concepto que lo legal no siempre es moralmente aceptable, lo legal que se separa del derecho natural no tiene ningún sustento, siendo desde el origen del derecho totalmente ilegal e inmoral, más allá del “manejo” político de la cuestión.
Los embarazos no deseados y la manipulación científica están íntimamente relacionados a la pérdida de los valores que derivan de la responsabilidad, de la madurez y de la autenticidad de la defensa de los derechos humanos. Responsabilidad frente a nuestras propias actitudes, madurez en cuanto hay que sopesarlas en forma total (conociendo todas las consecuencias posibles de nuestros actos, buscando la verdad antes de decidir) y la autenticidad de defender realmente todos los valores humanos y para todos.
La Constitución Nacional de 1994 en el art. 75 inciso 22 dice que todos los tratados internacionales de los cuales es signatario el Estado Nacional Argentino tienen jerarquía constitucional.
Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre, Bogotá, Colombia, abril 1948, art. 1º: todo ser humano tiene derecho a la vida.
Declaración Universal de los Derechos Humanos, resolución 217 A (III), 10 de diciembre de 1948, ONU, art. 3º: todo individuo tiene derecho a la vida.
Convención Americana sobre Derechos Humanos. Pacto de San José de Costa Rica, 22 de noviembre de 1969. Entró en vigor el 18 de julio de 1978 y la Argentina ratificó el Tratado el 5 de septiembre de 1984. Art. 1º punto 2: persona es todo ser humano. Art. 4º: inciso 1º, toda persona tiene derecho a la vida a partir del momento de la concepción.
Dres. Ana Maria Clemente de Delfino y Jorge Alberto Delfino
MN 39669 MN 39.670
Coqui y Jorge Delfino son expresidentes nacionales del MFC en la Argentina
Renovemos la esperanza - #ValeTodaVida
Una vez más queremos renovar la esperanza de que #ValeTodaVida, así como lo hemos hecho el 8 de julio reunidos a los pies de nuestra Madre de Luján, ante la posibilidad de que se sancione la ley que permita la despenalización del aborto en nuestra Patria.
En este momento tan decisivo, queremos asumir los desafíos de la vida vulnerada y renovamos nuestra opción de cuidarla, defenderla y servirla, buscando nuevos cauces pastorales que expresen el compromiso de la Iglesia. Para ello, convocamos a cada mujer y varón de fe a ayunar y orar con fervor e insistencia. Invitamos a las parroquias, santuarios, capillas y templos a abrir sus puertas para celebrar la Misa por la Vida, rezar el santo Rosario y compartir la adoración eucarística en comunidad.
Exhortamos vivamente a las familias que se reúnan a rezar la Oración por la Vida, de San Juan Pablo II. Los invitamos a encontrarnos unidos y en comunión espiritual animando a otros a renovar la fidelidad en el servicio y el cuidado de la vida por nacer.
Alentamos iniciativas como la asumida por los sacerdotes de nuestras villas y barrios populares con la creación del “Hogar del abrazo maternal”, para acompañar y acoger a mujeres que llevan adelante embarazos de riesgo o inesperados.
Los días previos a la definición parlamentaria y particularmente el día 8 de agosto, diversos grupos de laicos y organizaciones expresarán, en todas las Diócesis del país, su convicción y la petición por la defensa de la vida en la legislación nacional. Como lo hemos dicho en otras oportunidades, apoyamos y animamos a participar a quienes deseen manifestarse públicamente como ciudadanos responsables para testimoniar el respeto por la vida en el marco del derecho de expresión propio de la democracia.
Pastores y fieles nos pronunciamos una vez más –como nos dice el Papa Francisco– “de manera clara, firme y apasionada” acerca del valor de toda vida humana. No es solo un anuncio, sino un compromiso que asumimos por ser cristianos y formar parte de la sociedad argentina.
Comisiones Episcopales de:
- Laicos y Familia,
- Comunicación Social,
- Liturgia y
- Pastoral de la Salud