ECONOMOS NACIONALES

Bendiciones a todos: 

Cuando asumimos el primer año, en 2021, nuestro primer objetivo fue normalizar y conciliar los estados de las diócesis hasta mitad de año. Nos tomó más tiempo, en setiembre terminamos ese proceso. 

En nuestro servicio como Ecónomos Nacionales, haciendo un discernimiento de la labor que nos encomendó el Señor, nos parecía que había que seguir trabajando la Economía de comunión que inició el matrimonio Cifuentes, haciendo hincapié en la importancia de poner en común los Dones que el Señor nos dió a cada uno para estar a Su Servicio. Específicamente tomar conciencia de que una Obra de Dios, como es el MFC, se sostiene con el aporte voluntario y de corazón de cada emefecista. Pasar de Tesorería a Economato, fue otro de los objetivos planteados para éste trienio ya que el trabajo del Ecónomo no es cobrar la cuota, sino generar espacios de comunión entre los hermanos para aunar y unificar dones, bienes etc. Motivamos a los ecónomos y CDDs a seguir profundizando ésto para llegar a ser una UNA GRAN COMUNIDAD como nos pide el Señor. 

El Objetivo principal de éste servicio es lograr una Comunión Cristiana de Bienes. 

El Señor Jesús se hace presente en esa Comunidad que dona sus ideas, tiempo, bienes al Servicio del Reino sin escatimar, ni esconderlos como lo hicieron Ananías y Zafira (Hechos 5: 1-11). 

De manera que el que tiene dé, de su parte al que no tiene y así la medida es justa. El que había recogido mucho no tuvo de sobra, y el que había recogido poco no sufrió escasez.”
( 2 Cor. 8, 13-15)
En el año 2021 se realizó un taller de CCB a todas las CDDS y comunidad en general . También trabajamos con los ecónomos, varios talleres sobre el Kerigma que luego fue el tema central del Encuentro Nacional 2021. Los resultados fueron muy fructíferos en cuanto a mejora en porcentaje de aportes de las diócesis. 

En el taller de CCB se resaltó la idea de imitar a las primeras comunidades que se sostenían en 4 Pilares principales: “En la enseñanza de los apóstoles, en la comunión, en la fracción del pan y en las oraciones» (Hech 2,42). Desde Comisión Sede hemos tenido reuniones con los matrimonios de Fundación, y se compartió la idea de priorizar el sostenimiento de la 

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pastoral de hermanos de diócesis en crisis y de que pueda Fundación autofinanciarse de manera procesual para bajar costos fijos . 

De a poco se está logrando ese objetivo y de manera positiva, se generan recursos como ventas de garage de ropas, zapatos etc. 

Aclaramos que el centro de Formación San Juan Pablo II se autofinancia.
Otro de los objetivos cumplidos, es la regularización del estado financiero de la Fundación 

(IGJ) y la presentación de declaraciones juradas ante AFIP. 

Todos los hermanos de CDN apoyan éste trabajo pastoral , gracias a Dios y a los aportes que surgen de la practica de CCB se hán podido realizar las misiones al NEA, BUENOS AIRES, CORDOBA, y RAWSON , donde han participado junto a Hermanos de
Comisión sede, el matrimonio delegado zona Centro y el matrimonio responsable de SS Y SS zona centro ,especificamente en la realización del primer Encuentro Para Matrimonios Jóvenes, donde hermanos de Orán, Bellville, y de Villa Maria lo hicieron posible. Otra muestra tangible de la práctica CCB. 

Vemos con alegría que varias diócesis, desarrollan éste modo de ser Cristianos como nos pide el Señor y aportan desde su lugar a ésta gran Obra , que gracias a la asistencia , del Espíritu Santo, inspiró al querido Padre Pedro Richards, y existe hoy para el bien del matrimonio y la familia. 

Es necesario seguir profundizando en la puesta en práctica de la CCB, que no solo ayuda para el sostenimiento económico de la Obra sino desde el acompañamiento espiritual , y evangélico al hermano , ¡tan necesário hoy más que nunca.! 

Dios nos preguntará que hicimos por nuestro hermano más necesitado, como lo hizo con Caín , y resuena la pregunta de Dios: «¿Dónde está tu hermano Abel?» (Gn 4,9). La respuesta es la misma que frecuentemente damos nosotros: 

«¿Acaso yo soy guardián de mi hermano?» 

También a nosotros nos interpela la pregunta ¿dónde está tu hermano emefecista? ¿Hasta dónde llega mi comunidad? ¿Al grupo? ¿A la diócesis? ¿Al país?...¿Al país vecino?.... 

Claudia y Daniel Manzano 

Ecónomos Nacionales , MFC 2021/2024 

 


una historia de vida

Horacio Navarro Pizzurno y Marta Barros de Navarro Pizzurno Integrantes del primer grupo de novios del MFC en la Argentina, N. S. de Nazareth, fundado el 17 de octubre de 1953, con Nino y Elena Llorente como coordinadores y el P. Pedro Richards como asesor, Horacio y Marta fallecieron ambos el 27 de marzo de 2022 tras setenta años de casados, con noventa y cinco y noventa y tres años de edad respectivamente.

Conformaron ese grupo jóvenes que luego fueron pilares del MFC: Carlos Carranza Casares y María Angélica ‘Nenina’ Rodríguez Va­re­la; Carlos Carafí y Julia Vela Huergo; Federico Moratorio y María Angélica ‘Moña’ Vela Huergo; Gastón Lamberti y María Teresa ‘Mimosa’ Bottini; Emilio Sáinz de la Maza y Ana Rosa Avetta; Arturo Bas y Nora Cafferata. De estas parejas, dos llegaron a ser presidentes arquidiocesanos de Buenos Aires y Carlos Carranza Casares fue médico del P. Richards hasta la muerte de éste.

Horacio y Marta tuvieron siete hijos: Ignacio, Rosario, Fernando, Juan Fran­cis­co, Pilar, Guadalupe y Rodrigo. Ignacio es sacerdote seglar. Llegaron a tener once nietos y a ver muchos bisnietos.

Horacio fue moderador del panel “La juventud frente a la vida” realizado en las Jornadas de la Juven­tud que organizó el entonces llamado Secretariado de Pre-Caná entre el 1 y el 3 de septiembre de 1961, con el lema “Juventud ven­ci­da o juventud triunfante”. Ese panel estuvo integrado por el P. Pedro, la joven Inés Delfino (casada luego con Damián Beccar Varela), la señora Gloria C. De Lafuente, el ca­sa­do Agustín Pérez Cobo y el médico Jorge Olivera. El tema se centró en el cho­que de dos generaciones y se abogó por crear un puente que las uniera y permitiera el bienestar común.

Al año siguiente, durante la "Semana de la Juventud", Horacio volvió a moderar un panel que comentó el sketch “Una ventana a la fa­milia; retomando posiciones”, panel integrado por Eduardo y Mer­cedes Rigou, el joven Juan Car­los Puente y el P. Richards, con la dirección de Julia Molina.

Durante la presidencia de los Lamberti, el MFC auspició un Congreso Deon­to­ló­gico de Medicina Psi­cosocial, realizado en la Academia Nacional de Medi­ci­na entre el 5 y el 7 de agosto de 1982, cen­trado en los temas “Juventud y salud”, “Ju­ventud y matrimonio”, ”Juventud y pato­lo­gía”, “Juventud y vida”. El Dr. Ho­racio Na­varro Pizzurno pronunció otra conferencia sobre “Preparación para el matri­mo­nio” publicada en el Boletín de noviembre-diciembre de 1982, pp. 9-12.

El 19 de marzo de 1986 comenzó a funcionar una Comisión especial que unifi­caba el Se­cre­tariado de Novios y el Ser­vicio de Mediata Preparación al Matri­monio, coordinada por Francisco y Lucrecia Urdapilleta. La Comisión o­freció un curso formativo para la promoción de grupos, dictado entre otros, por Horacio y Marta Navarro Pizzurno.

También algunos de sus hijos tuvieron participación en el MFC. Por ejemplo, en agosto de 1993 se publicó en el Boletín el tema tratado en el gru­po de novios Luz de Belén, “La pa­reja y María”, con sus conclusiones y una guía de re­flexión a cargo de Ro­drigo y Adria­na Navarro Barros.

Pero para cerrar esta noticia del fallecimiento conjunto de un matrimonio tan especial, lo mejor es transcribir este relato hecho por el Pbro. Ignacio Navarro Barros:

Ayer les mandé a varios amigos y conocidos la noticia de la muerte de mi mamá, Marta.

Quiero referir ahora, brevemente, un suceso que no quiero que sea devaluado. Un suceso que, oído a las apuradas, podría ser ridículo o grotesco, incluso cómico, pero que para los que lo atestiguamos fue de verdadera exquisitez espiritual.

Decidimos, con mis seis hermanos, hacer un velatorio desde las 18 hasta las 23. Al comienzo llegó papá y algunos de los hijos. Uno de mis hermanos lo acompañó a papá hasta el ataúd en el que estaba mamá, donde otra de mis hermanas le estaba poniendo a Marta un perfume que, como es muy caro, ella usaba sólo para las buenas ocasiones. Papá comentó que mamá estaba linda y que le gustaba lo del perfume. La estaba tomando de la mano. Le dio un beso y fue a sentarse en un sillón cercano. Dijo: "Todo está bien". Lentamente reclinó su cabeza hacia atrás, hasta reposarla en el respaldo, y murió.

Lo vivimos con inmenso dolor y profunda paz, porque es algo que nosotros, espontáneamente, todos, vimos con evidencia como el final completamente coherente de dos vidas que se configuraron en una unidad que aparecía como algo más allá de lo que en unos pocos trazos se puede comunicar.

Papá y mamá, con noventa y cinco y noventa y tres años, se dormían de la mano.

Todo se dispuso para poner a papá en otro ataúd al lado del de mamá, y así los acompañamos ayer a los dos.

Mamá estuvo internada menos de dos días. Papá se fue a despedir de ella, que estaba muy sedada, antes de ayer por la tarde. Fue breve y preciso. Hacia el final le dijo: "Si lo que hemos creído toda la vida es cierto, muy pronto vamos a estar juntos". Le dio un beso y se fue.

Sin duda, Horacio y Marta construyeron un matrimonio cristiano, un modelo. Ojalá podamos todos los emefecistas vivir algo así.

Pidamos que intercedan desde el cielo para que se santifique la labor del MFC.

 

Pablo Cavallero


CARTA A LA CDN Y LAS CDD DEL MFC Argentina

 

A la CDN, y a todas las CDD Queridos Hermanos Emefecistas:

Pido al Señor que me asista, y a mis hermanos una especial apertura de corazón, en esta hora.

El calendario nos impone la renovación de las autoridades de nuestro movimiento, tanto en el ámbito Nacional como Diocesano, y con la demora del caso impuesta por la Pandemia, nos aprestamos en el mes de Marzo a elegir a los servidores que tendrán a su cargo la tarea de hacer más grande y más vivaz a nuestro MFC.

La elección de las autoridades nacionales, conlleva una revisión de nuestras actuaciones al frente de la institución, y quizás debamos aprender a “leer” lo que pasa y lo que nos pasa en lo personal y en lo institucional.

A veces la vida nos muestra lo que debemos hacer o lo que debiéramos haber hecho.

Una vez más le pediremos al Espíritu Santo que nos inspire para elegir a los mas adecuados, al frente de cada Diócesis y en el orden Nacional, pero para que ello suceda; para que el Espíritu pueda actuar, es necesario que nuestro desempeño anterior haya nutrido al Movimiento de nuevos matrimonios, nuevas vocaciones dirigenciales, que ofrezcan su tiempo valiosísimo al Señor y a sus hermanos abordando tareas de conducción de tamaña responsabilidad.

Y a veces sucede que cuando giramos la cabeza para buscar a los nuevos dirigentes nos encontramos que escasean, que no están formados suficientemente, que no se sienten con condiciones especificas para la tarea, y entonces caemos en la tentación de pensar que debemos repetir los periodos de los que ya estaban en funciones.

Nuestro reglamento en su artículo 11 nos recomienda muy sabiamente que los dirigentes no deberán repetir exageradamente sus mandatos “Se recomienda que el mandato de todos sus integrantes no se extienda más allá de dos períodos consecutivos y uno no consecutivo, o tres períodos alternados; es decir, que no supere los tres períodos como máximo.”

Esta sabia recomendación debe ser interpretada, como un llamado de atención a la tentación de aferrarnos a una tarea, no ya para brindarla como un servicio, sino a transformarnos en un referente único, impidiendo a otros a brindarse para esa mision. Nuestra posición servidora nunca deberá transformarse en un impedimento para el desarrollo de otros dirigentes, sino más bien en un espejo donde otros vean reflejada su vocación de servicio a los demás.

Pero si cuando buscamos, alrededor nuestro no encontramos dirigentes capaces de abordar con pasión la tarea servidora, deberemos replantearnos que fue lo que no hicimos, para que se sumen matrimonios, formen nuevos grupos, aporten renovadas ideas, impulsen con la fuerza del evangelio una regeneración provechosa de los cuadros dirigenciales, y haga que más y más matrimonios conozcan la belleza del sacramento.

¿Qué nos sucede?, vemos a diario cientos de matrimonios que han perdido la alegría de vivir la gracia del sacramento, que optaron por no recibirlo, que no bautizan a sus hijos, y que caen en la chatura de una sociedad que va perdiendo su capacidad de hablar con Dios. Vemos a nuestro alrededor una generación que tiene cada vez menos hijos, sumergiéndose en un individualismo alienante, que con toda seguridad les impedirá encontrar la verdadera felicidad. Sin embargo nosotros que hemos tenido un encuentro personal con Cristo y hemos convivido con el Cristo Conyugal, no hemos sido capaces de multiplicar los cuadros de matrimonios, conformando más y más grupos con elevada formación, que le permitan al Espíritu obrar sobre ellos.

“Denles Uds. de comer”, decía Jesus previo a la multiplicación de los panes, Él hizo el milagro, pero les pidió a sus discípulos que hicieran la parte de la tarea que les estaba reservada. Los servidores que llenaron las tinajas hasta el borde, no sabían que venía después, pero lo hicieron porque Jesus se los pidió. Yo tengo la íntima convicción de que no estamos haciendo nuestra parte de la tarea, y que podríamos disponer de muchos más grupos de Nazaret, si hubiéramos entendido mejor la misión que Jesus nos había encomendado.

Este tiempo de Cuaresma que se inicia, es un momento propicio para la reflexión, la autocritica y nuestro relanzamiento personal y comunitario.

En el mes de Octubre pasado, mi esposa Silvina, partió a la casa del padre, justo en el mes en que debíamos terminar nuestro periodo en la Presidencia de la Diócesis de Jujuy, y recuerdo que nos tocó escuchar el llamado al trabajo en un momento crítico con la CDD renunciada y en conflicto.

Sucedió que, sin pertenecer nosotros a la CDD, y siendo solo espectadores de una reunión de los dirigentes Zonales y Diocesanos, vimos como se generaba una estéril discusión sobre las causas de la crisis. En ese momento; en ese mismo momento donde los dirigentes estaban resolviendo tales diferencias, comenzaron a llegar a mi celular y al de Silvina, fotografías de una charla que otros hermanos del MFC, estaba brindando a mas de 100 catequistas de la Diócesis, y recibimos también testimonios de admiración de personas que veían en el MFC, una reserva tangible para la lucha que ellos libraban a diario contra el desconocimiento de la palabra. Le estaban dando Catequesis a Catequistas y eran reconocidos y admirados por estos. ¡A pesar de todo el MFC estaba en camino!

En ese momento nos dijimos, “este es aquí y ahora un llamado personalísimo”, y poco tiempo después éramos elegidos presidentes de una CDD nueva. Todo eso sucedió en el primer semestre de 2017 y doy gracias a Dios de haber aceptado esa misión, sin saber que era la última oportunidad de hacerlo. Los hermanos que nos convocaron fueron instrumentos del Señor.

La renovación de autoridades debe ser el momento propicio para la reflexión profunda sobre si hemos hecho lo que debíamos, si estamos aceptando la misión que se nos presenta o si por caso, no será el momento de promover nuevas figuras para el trabajo, porque nosotros ya hemos hecho lo nuestro. Caben muchas posibilidades, cada matrimonio MFC,

debe mirarse hacia su interior y discernir en qué momento de su vida se encuentra, y que es lo que el Señor espera de él en este tiempo. Cada uno debe pensar que lugar le corresponde ocupar. Los que ya nos retiramos de los cargos ejecutivos, no estaremos privados de la tarea de seguir trabajando, guiando nuevos grupos, colaborando de miles de formas distintas y aportando nuestra experiencia de vida para gloria de Dios, y crecimiento del legado del Padre Pedro.

Les ruego queridos hermanos que interpreten estas líneas como una expresión franca y sincera, que nos sirva para atravesar este momento de nos toca, sin pretensiones de expresar toda la verdad ni soberbia alguna. ¡Dios los Bendiga!

 

VIVA EL MOVIMIENTO FAMILIAR CRISTIANO – VIVA MARIA – VIVA CRISTO JESUS

Carlos Alberto Villanueva – Diócesis de Jujuy – Febrero 2021

 


EL PESEBRE DE NAVIDAD

Nuestro Obispo Pedro nos alienta a leer la Carta Apostólica del Papa Francisco "El hermoso signo del Pesebre", sobre el significado y valor del Belén.

Saludos cordiales, 

 

Daniela Nicolini

Secretaria Privada del Obispo 

Obispado de Zárate - Campana 

 

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Con tu vida y la de tu familia no se juega

El Juego: una oferta que crece y enriquece a unos pocos

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carta de la Comisión Ejecutiva de la Conferencia Episcopal Argentina dirigida al Papa Francisco

 

Adjuntamos carta de la Comisión Ejecutiva de la Conferencia Episcopal Argentina dirigida al Papa Francisco.

Para leer y difundir.

Saludos cordiales, 

 

Daniela Nicolini, Secretaria Privada del Obispo

Obispado de Zárate - Campana 

Comisión Ejecutiva de la Conferencia Episcopal Argentina 

Prot. CEA Nº 241 / 2018

 

Buenos Aires, 30 de agosto de 2018

Querido Santo Padre:

 

Como Pueblo de Dios que peregrina en Argentina, pastores y fieles, queremos manifestarle nuestra fraterna y filial cercanía en este momento en que sufre un ataque despiadado en el que confluyen distintos y mezquinos intereses mundanos. Compartimos sus dolores y esperanzas.

 

Como Usted nos ha enseñado en Gaudete et Exsultate, 92: “la cruz, sobre todo los cansancios y los dolores que soportamos por vivir el mandamiento del amor y el camino de la justicia, es fuente de maduración y de santificación”.

 

Sabemos que puede decir con San Pablo: “Por eso soporto esta prueba. Pero no me avergüenzo, porque sé en quien he puesto mi confianza, y estoy convencido de que él es capaz de conservar hasta aquel Día el bien que me ha encomendado” (2 Tm 1, 12).

 

Hoy, por la intercesión de Santa Rosa de Lima, patrona de América Latina, y unidos en confiada oración pedimos al Espíritu Santo que lo colme de sabiduría y fortaleza para que, como sucesor de Pedro, nos siga confirmando en la fe de la Iglesia.

 

María de Luján lo cubra con su amor maternal.

 

+ Carlos H. Malfa

Obispo de Chascomús

Secretario General de la C.E.A.

 

+Oscar V. Ojea, Obispo de San Isidro

Presidente de la C.E.A.

 



23-Ago-2018

*Cápsula emefecista*  💊

 

Ninguno de nosotros puede decir que merece una entrada directa al cielo. La invitación a tomar parte en este banquete depende sólo de la generosidad y amor de Dios. Sin embargo, sí depende de nosotros el aceptarla o no; y Él siempre, siempre, respeta esa decisión. *Toda decisión lleva consigo sus consecuencias,* los que rechazan la invitación no volverán a ver más a su rey y quién la acepta debe de llevar un traje de bodas. *Aun así su mensaje es, y siempre será, una invitación y no una imposición.*

 

¿Por qué será que se rechaza la invitación a comer de un Rey? Será por las prisas o porque se tienen cosas más importantes que hacer.

 

¿Por qué un joven, adolescente, MARE(madres responsables) o matrimonio rechaza la invitación a acercarse a Dios a través del MFC? Primeramente porque no conoce todo lo que el MFC puede llegar a representar en sus vidas. Entonces *el detalle es cómo hacerles ver las bondades del MFC.* Un comienzo pudiera ser el testimonio de lo que ha hecho en nosotros el MFC. Una idea a largo plazo sería *trabajar en serio y a profundidad en las seis exigencias básicas en nosotros mismos* para que la experiencia que surja, sirva para dar un fiel testimonio para los prospectos a ingresar en el ciclo 2019-2020.

 

Lo anterior representa un tema muy bueno a desarrollar y que ayudaría muchísimo a nosotros mismos como personas y al MFC, pero desafortunadamente *se requiere de creatividad, tiempo y esfuerzo* por lo que hasta aquí llega la idea.

 

En el pedir está el dar dice un dicho popular, otro dice: como te vistes te tratan. La invitación es vestir como verdaderos discípulos de Dios. No es congruente pregonar que somos emefecistas, que somos hijos de Dios, vistiendo de una manera inadecuada.

 

Vayamos dando testimonio de que somos emefecistas comprometidos con un buen hablar y con un buen vestir. Todo se nota y todo cuenta, recordemos: toda decisión lleva consigo sus consecuencias.

 

*Ánimo, con Cristo, si se puede!*

 

ENVIADO POR EL MATRIMONIO ALVAREZ - Presidentes latinoamericanos


 

Jornada “24 horas para el Señor”

 

El Papa Francisco nos convoca nuevamente a una Jornada de Oración y Reconciliación Sacramental en el marco de esta Cuaresma Jubilar de Misericordia.

 

Estamos invitados a ofrecer en nuestras parroquias momentos de 

Oración y Celebración Penitencial con disponibilidad para acercarse 

al Sacramento de la Reconciliación, 

durante el viernes 9 y el sábado 10 de marzo próximos.

Es importante anunciarlo en los avisos parroquiales 

de este fin de semana.

 

 

Nos dice Francisco en “Misericordiae vultus”:

17. La Cuaresma de este Año Jubilar sea vivida con mayor intensidad, como momento fuerte para celebrar y experimentar la misericordia de Dios.

La iniciativa “24 horas para el Señor”, a celebrarse durante el viernes y sábado que anteceden el IV domingo de Cuaresma, se incremente en las Diócesis. Muchas personas están volviendo a acercarse al sacramento de la Reconciliación y entre ellas muchos jóvenes, quienes en una experiencia semejante suelen reencontrar el camino para volver al Señor, para vivir un momento de intensa oración y redescubrir el sentido de la propia vida. De nuevo ponemos convencidos en el centro el sacramento de la Reconciliación, porque nos permite experimentar en carne propia la grandeza de la misericordia. Será para cada penitente fuente de verdadera paz interior.

 

En el Mensaje de Cuaresma 2018, nos dice también:

Si en muchos corazones a veces da la impresión de que la caridad se ha apagado, en el corazón de Dios no se apaga. Él siempre nos da una nueva oportunidad para que podamos empezar a amar de nuevo. Una ocasión propicia será la iniciativa «24 horas para el Señor», que este año nos invita nuevamente a celebrar el Sacramento de la Reconciliación en un contexto de adoración eucarística. En el 2018 tendrá lugar el viernes 9 y el sábado 10 de marzo, inspirándose en las palabras del Salmo 130,4: «De ti procede el perdón». 

 

--

Con la bendición de Cristo el Señor

Pbro. Alejandro G. Russo

Catedral Primada de Buenos Aires

 


La Pastoral Familiar reflexionará sobre la juventud

Buenos Aires (AICA): “Cómo acompañar a los jóvenes de manera renovada y esperanzadora”, será uno de los temas principales que tratarán referentes de la Pastoral Familiar en la Junta Nacional de Pastoral Familiar, Niñez y Adolescencia y Adultos Mayores, que se realizará en Buenos Aires los días 24 y 25 de febrero.

Referentes de la Pastoral Familiar se encontrarán en Buenos Aires los días 24 y 25 de febrero en la Junta Nacional de Pastoral Familiar, Niñez y Adolescencia y Adultos Mayores, organizada por el Secretariado Nacional para la Familia.

La jornada, destinada a referentes regionales y diocesanos de Pastoral Familiar, asesores eclesiásticos y presidentes de movimientos de alcance nacional con carisma familiar, se desarrollará con el lema “Acompañemos renovada y esperanzadamente a los jóvenes a redescubrir la alegría del amor que los hace familia”.

Se reflexionará sobre cómo acompañar a los jóvenes, inspirados en la exhortación postsinodal ‘Amoris laetitia’, y en consonancia con el próximo Sínodo que prepara la Iglesia sobre “Los jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional” y con el II Encuentro Nacional de Juventud que se realizará en la ciudad santafesina de Rosario.

Participarán en el encuentro los obispos del área de familia de la Comisión Episcopal de Apostolado Laico y Pastoral Familiar (Celaf), jóvenes de la Pastoral Nacional de Juventud y peritos en el tema, así como todo el equipo del Secretariado Nacional para la Familia, que promoverá una reflexión acerca del acompañamiento a nuestros jóvenes en su vocación a la vida matrimonial y familiar.

“Este es un momento de gran importancia para la reflexión sobre la Pastoral Familiar y una gran oportunidad para trabajar en la construcción de una pastoral orgánica que alcance a cada región, diócesis y movimiento familiar del país”, indicaron los organizadores.

Para inscribirse, hacer clic acá: https://docs.google.com/forms/d/e/1FAIpQLSd_rPeP0rMS2tbcBYumH0FS1j0OTwj7T5L0jl_yKmM9AkKqtQ/viewform

El encuentro se llevará a cabo en el colegio Máximo, ubicado en la avenida Ricardo Balbín 3226, San Miguel, Buenos Aires. Más información en la web; en Facebook, o por mail a secretariado@pastoralfamiliarcea.org.ar.+

 

Para más información sobre el encuentro ingresar a www.enj2018.com o en las redes sociales: Instagram (@enjrosario2018), Twitter (@enjrosario2018)Facebook: Encuentro Nacional de Juventud y Youtube. +

 


LOS LAICOS Y LA CONSAGRACIÓN DEL MUNDO A DIOS

Por Jorge Nicolás Lafferriere

Uno de los grandes aportes del Concilio Vaticano II a la tarea de renovación de la misión de la Iglesia fue la profundización de la vocación propia de los laicos en la Iglesia. Si releemos el capítulo IV de la Constitución Dogmática sobre la Iglesia “Lumen Gentium” (LG) dedicado a los laicos advertimos que, frente a algunas tendencias a definir a los laicos en un sentido negativo (los que no son clérigos), el Concilio señala que “a los laicos pertenece por propia vocación buscar el reino de Dios tratando y ordenando, según Dios, los asuntos temporales” (n. 31).

Por supuesto, cómo deben los laicos realizar su misión es una cuestión amplia y compleja. En este breve comentario, quisiera llamar la atención sobre una de misiones del laico que señala LG: la “consagración del mundo” (n. 34). 

Ya en el n. 31 de LG se anuncia que la misión de los laicos es participación -a su manera- de la función sacerdotal, profética y real de Jesucristo. Esta triple función se despliega luego en los nro. 34 (sacerdotal), 35 (profética) y 36 (real/servicio). 

Con su característica cristocéntrica y trinitaria, LG comienza a hablar de la consagración del mundo a Dios a partir del Señor: “Cristo Jesús, Supremo y eterno sacerdote porque desea continuar su testimonio y su servicio por medio de los laicos, vivifica a éstos con su Espíritu e ininterrumpidamente los impulsa a toda obra buena y perfecta” (n. 34).

Y luego de diferenciar la misión propia de los clérigos, explica que “todas sus obras, preces y proyectos apostólicos [de los laicos], la vida conyugal y familiar, el trabajo cotidiano, el descanso del alma y de cuerpo, si se realizan en el Espíritu, incluso las molestias de la vida si se sufren pacientemente, se convierten en "hostias espirituales, aceptables a Dios por Jesucristo" (1 Pe 2,5), que en la celebración de la Eucaristía, con la oblación del cuerpo del Señor, ofrecen piadosísimamente al Padre. Así también los laicos, como adoradores en todo lugar y obrando santamente, consagran a Dios el mundo mismo” (n. 34).

¿Y la legítima autonomía de las realidades temporales?

A más de 50 años del Concilio no dejan de llamar la atención estas palabras. En efecto, es legítimo preguntarse: ¿En qué sentido pueden los laicos consagrar el mundo a Dios? ¿No es ello un avasallamiento de la autonomía de las realidades temporales? 

Una lectura atenta de la Constitución Pastoral sobre la Iglesia en el mundo actual “Gaudium et Spes” (GS) permite advertir la profunda coherencia que atraviesa a los documentos conciliares. En efecto, en el n. 36 GS dice: “Si por autonomía de la realidad se quiere decir que las cosas creadas y la sociedad misma gozan de propias leyes y valores, que el hombre ha de descubrir, emplear y ordenar poco a poco, es absolutamente legítima esta exigencia de autonomía. No es sólo que la reclamen imperiosamente los hombres de nuestro tiempo. Es que además responde a la voluntad del Creador”.

Pero el n. 36 termina con una firme aclaración: “Pero si autonomía de lo temporal quiere decir que la realidad creada es independiente de Dios y que los hombres pueden usarla sin referencia al Creador, no hay creyente alguno a quien se le oculte la falsedad envuelta en tales palabras. La criatura sin el Creador desaparece”.

El laico por su vocación secular vive en el corazón de esta tensión entre la legítima autonomía de las realidades temporales y la arrogante pretensión de construir el mundo sin Dios. Justamente por ello se vuelve indispensable redescubrir el sentido sacerdotal de la función laical, que no desmerece ni disminuye el compromiso por trabajar en las realidades humanas para ordenarlas según la dignidad de la persona y el bien común, sino que compromete a darles su sentido más hondo que es participar de la comunión trinitaria realizada en Cristo. 

La purificación por la Pascua de Cristo

Además, esta dimensión “sacerdotal” se entronca con el sentido purificador de la fe ante la debilidad humana herida por el pecado. Lo reconoce el n. 37 de GS: “hay que purificar por la cruz y la resurrección de Cristo y encauzar por caminos de perfección todas las actividades humanas, las cuales, a causa de la soberbia y el egoísmo, corren diario peligro. El hombre, redimido por Cristo y hecho, en el Espíritu Santo, nueva criatura, puede y debe amar las cosas creadas por Dios. Pues de Dios las recibe y las mira y respeta como objetos salidos de las manos de Dios. Dándole gracias por ellas al Bienhechor y usando y gozando de las criaturas en pobreza y con libertad de espíritu, entra de veras en posesión del mundo como quien nada tiene y es dueño de todo: Todo es vuestro; vosotros sois de Cristo, y Cristo es de Dios (I Cor 3,22-23)”.

¿Qué es consagrar? 

Por eso, podemos decir que consagrar es trabajar para que todas las personas y todas las realidades se ordenen a dar gloria a Dios. Consagrar es darle a las tareas cotidianas, a las alegrías y tristezas, su sentido último y más perfecto. Consagrar es reconocer que no son nuestros esfuerzos los que realizan el plan de Dios, sino que es Dios operante en la historia quien obra poderosamente para que todos entremos en la comunión de amor de la Trinidad. Consagrar es reconocer que este mundo está llamado a una plenitud de vida en la Trinidad, que ya es posible experimentar en este tiempo a pesar de las limitaciones y el aparente poder del mal. Consagrar es tener fe en la Resurrección de Cristo que ya venció a la muerte y abre un horizonte de comunión y vida verdadera. Consagrar supone reconocer que es la Eucaristía el sacramento que “nos compromete en la realidad cotidiana para que todo se haga para gloria de Dios” (Benedicto XVI, Sacramentum Caritatis, n. 79). 

Laicado y culto

Por supuesto, para vivir esta misión sacerdotal laical hace falta profundizar el sentido de la Eucaristía y reconocer que es un misterio en el que se realiza y consuma nuestra fe. Lo enseña GS en el n. 38: “El Señor dejó a los suyos prenda de tal esperanza y alimento para el camino en aquel sacramento de la fe en el que los elementos de la naturaleza, cultivados por el hombre, se convierten en el cuerpo y sangre gloriosos con la cena de la comunión fraterna y la degustación del banquete celestial”.

Ratzinger enfatiza la importancia de una teología del laicado que arranque “de la renovada teología y realidad del culto” (Obras Completas, BAC, Madrid, 2016, Tomo VII/2, p. 933). Enseña así: “La nueva teología del laicado, ofrecida por el Concilio, y la apertura al mundo, que ella entraña, no pueden consistir en que la Iglesia se transforme ahora de una comunidad espiritual, reunida en torno a la Palabra de Dios y al cuerpo del Señor, en una asociación para ayuda al desarrollo y mejora del mundo... La ‘utilidad’ de la Iglesia consiste realmente en que, superando y relativizando la región de lo simplemente útil, asegura al hombre la libertad de la esclavitud frente a lo simplemente útil. Esa libertad, en última instancia, puede ser dada sólo por la adoración, que no necesita responsabilizarse ante el metro de lo útil, porque Dios, para el que ella vale, es más que toda utilidad de este mundo. ‘Apertura al mundo’ por parte de la Iglesia significa, por consiguiente, que sea puesta de nuevo a la luz la común llamada y capacitación para el servicio de la adoración frente a una falsa clericalización... Apertura al mundo por parte de la Iglesia significa igualmente que el compromiso de los cristianos crezca y que sea haga más insistente y total; no que disminuya” (Id.).

Podemos concluir con el párrafo final del n. 39 de GS: “Pues los bienes de la dignidad humana, la unión fraterna y la libertad; en una palabra, todos los frutos excelentes de la naturaleza y de nuestro esfuerzo, después de haberlos propagado por la tierra en el Espíritu del Señor y de acuerdo con su mandato, volveremos a encontrarlos limpios de toda mancha, iluminados y trasfigurados, cuando Cristo entregue al Padre el reino eterno y universal: "reino de verdad y de vida; reino de santidad y gracia; reino de justicia, de amor y de paz". El reino está ya misteriosamente presente en nuestra tierra; cuando venga el Señor, se consumará su perfección”.