Hermanos emefecistas: que nuestro MFC encuentre en este tiempo de Gracia, que es la Navidad, un motivo más para recibir de manera sentida, comprometida y esperanza firme un hecho sin igual.
Por ello los invitamos a:
Disponer, como signo, nuestro corazón humano como un pesebre, hábitat de animales, no muy limpio y con rasgos de uso y paso del
tiempo. Es ahí donde Dios quiere nacer y habitar.
Sentirnos movidos por el ejemplo de Jesús que, como un llamado de atención, nos lleva a una vivencia plena de humildad.
Atisbar esa noche silenciosa, oscura y de tinieblas que se abre a
la Luz, en soledad, donde solo lo rodean astros y animales, y pensar que también nosotros tantas veces estamos así, pero el Señor ya miró nuestro corazón.
Esperar que cuando todo se apresta al ocaso del día, todo se
termina, sólo el descanso como meta, de pronto podemos ser testigos de un momento sin igual.
Fijarnos hasta en los animales que son testigos de esto y lo
contemplan en silencio y asombrados. Saber esto nos hace mirar en lo más profundo de nuestro corazón, a veces la dureza o la cerrazón, que un animal puede superar y nosotros
no.
Adentrarnos en el pesebre donde aparecen
María y José, la que dijo “HÁGASE EN MÍ” sin reparos ni excusas, sin ocupar el centro, sino que lo hizo por el mundo, y a su costado José, el custodio, el acompañante, el que es justo y confía,
el protector, el que luego del nacimiento, ve la amenaza e inmediatamente los lleva a Egipto
Contemplar, una vez más, como todo se transforma, se hace distinto
cuando nace el Niño. Todo cambia, todo se renueva, la Vida se hace visible en Jesús.
Observar y extasiarnos en esta nueva vida que arranca de cero,
que, desde ese momento, Dios renuncia a su vida de Gloria para compartir la experiencia humana y se inserta en nuestra vida. Que al estar en nosotros nos hace participes de su misión, Sacerdotes,
Profetas y Reyes con un mundo por delante para evangelizar.
Fijarnos en los Magos que se dejan guiar por una luz, ofrecen lo que tienen, lo donan, se sienten llamados. Ver cómo representan nuestras vidas con defectos pero que se
sienten atraídos desde lejos y sin medir el esfuerzo, se acercan, lo conocen, se sorprenden y lo hacen conocer.
Que todas estas figuras nos permitan pensar y sobre todo dejar actuar el poder de Dios que se hizo Hombre en ese Niño y vivir una buena Navidad.
Deseamos que esta Navidad sea un dejarse asombrar por la humildad de Dios, por un nacimiento nuevo y que en las imágenes de Jesús, María y José estén interpretadas nuestras vidas.
Anhelamos que nuestro MFC viva con intensidad esta Navidad desde el corazón, dejándonos sorprender una vez más por el Amor de Dios.
Es un tiempo especial para la Iglesia y para la familia de la cual debemos animarnos a ser protagonistas. Éste es nuestro tiempo, le demos la relevancia que tiene y no pase desapercibida porque “nos ha nacido un Salvador, el Mesías, el Señor”.
Abrazos en la Sagrada Familia de Nazaret
Pablo y Susana Zaya, Presidentes Nacionales MFC ARGENTINA
En el artículo 4 de nuestro reglamento dice: "Se establece el día 25 de Noviembre como DIA NACIONAL DEL MFC, en conmemoración a la primera reunión de matrimonios que, con la asesoría del Padre Pedro Richards, se realizó en 1948 en la Parroquia San Martin de Tours de Bs.As.
FELIZ DIA A TODOS LOS HERMANOS EMEFECISTAS!!
QUE NO SE APAGUE LA ANTORCHA DEL MFC.